MI DEBUT EN EL CAMPO DE FÚTBOL

Comenzaré narrando cómo fue mi primera y única vez que asistí a un partido de fútbol.

El año pasado, aprovechando que iba mi hermano a ver un partido de fútbol en el que jugaba el equipo de mi pueblo contra otro equipo vecino de tercera división, acudimos al estadio muy emocionados. Nosotros nos levantábamos, jaleábamos y gritábamos para animar a nuestro equipo, que a la media hora metió su primer gol.

Se dio la circunstancia de que el sitio donde estábamos viendo el partido era privilegiado, porque nos situábamos justo detrás de la portería del equipo contrario y veíamos todos los disparos a puerta de nuestro equipo. A los cuarenta minutos, marcó nuestro equipo el segundo gol. Todos nos levantamos de nuevo gritando: ¡¡Goooll!!

Siguió el partido sin contratiempos. Cuando solo quedaban cinco minutos para acabar el partido, lanzaron un disparo a la puerta que, en vez de atravesar la portería, subió cuatro metros por encima del palo. El balón vino, enfurecido y a toda velocidad, en dirección a mi rostro, sin tiempo para reaccionar, estampándose entre la comisura de mis labios y mis hermosos dientes, de los  cuales, a partir de entonces, tengo dos menos. Pero mi sorpresa fue mayor cuando, por el rabillo del ojo derecho y ante el susto de mi hermano, observé un golpe enorme en el ojo izquierdo. Seguidamente, el viaje de vuelta fue una excursión por urgencias en la Seguridad Social.

A partir de entonces, como ustedes comprenderán, los partidos de fútbol los veo en la televisión para evitar males mayores.

                                                                                                                   Elena Martínez Rodríguez. 1º ESO.